Canal Sur dió la campanada la noche del 31. Cuatro días más tarde reacciona con un vídeo que muestra al director comercial de Canal Sur y al director de Andalucía Directo tomando nota del carbón que los andaluces están pidiendo para la cadena autonómica.
Ante un error de tal magnitud, las corporaciones tienen dos opciones. La primera es dejar que amaine el temporal, que se diluya en el tiempo. La segunda opción es afrontar los hechos pidiendo disculpas. En los tiempos que corren, en que tanto individuos como corporaciones somos casi «transparentes», parece que no queda más remedio que asumir los errores. La red y su socialización hace que cualquier noticia corra como la pólvora. En términos de cobertura, ésta se escapa del medio digital y alcanza a los medios físicos que se hacen eco de tweets, comments… Es el just in time, se genera la noticia, alguien se hace eco y se expande a una velocidad cercana a la de la luz.
Corporaciones y marcas han aprendido las ventajas de intentar apagar el conato de incendio en su fase más incipiente, evitando que se alimente el fuego a lo largo de los días ante reacciones tibias o inexistentes.
En este contexto creo que el vídeo, tanto en la forma como en el fondo, trabaja bien para el objetivo perseguido. Incluso el tono pseudo-humorístico me parece acertado. Pero creo que llega algo tarde. A grandes males, grandes remedios. Tras el fiasco del 31 lo lógico hubiese sido una respuesta en menos de 24 horas, pero claro los timings son distintos en entidades públicas y privadas. Pero «más vale tarde qué nunca».