Hace ya unos días tuve una curiosa conversación con IKEA, ver abajo… Todo empezó porque un protector contra salpicaduras se rompió en casa y en la Web no encontraba el «remplazo». Como te invitaban a preguntar en las redes sociales, decidí desempolvar mi cuenta de Twitter y lanzar la pregunta…
El intercambio de mensajes fue corto, una pequeña aclaración que necesitaba IKEA (ya sea humano o ChatBot) para verificar que lo que solicitaba y la resolución de la consulta.
¿Tienen manual de estilo?
Mi pregunta viene a colación de la respuesta de IKEA «Nuestro protector PATRULL nos dejó en el año 2012. Ahora mismo no tenemos a la venta otra alternativa, aunque sabemos que conoces otra herramienta igual de potente para frenar el ansia exploradora de los más peques, ¡la educación! »
- Era necesario esa frase
- Era necesario ser condescendiente en la respuesta
En mi opinión una respuesta de este tipo no aporta nada a la marca, si puede provocar la extrañeza como me ocurrió a mí por su respuesta… pero también puede ser el inicio de un rifirrafe absurdo y gratuito.
Todo esto se soluciona con un buen manual de estilo corporativo que beba de los valores e idiosincrasia de la marca.