Desde hace unas semanas Nike está en el ojo del huracán mediático por sus campañas publicitarias y por sus apuestas en términos de patrocinio.
Todo empezó con el apoyo de la marca a Serena Willians. La tenista estaba envuelta en una agría polémica sobre el atuendo postparto que había lucido en Roland Garros. La marca de Oregón, que había proporcionado el vestido a Serena salía en su defensa con este tweet:
“Puedes quitarle al superhéroe su traje, pero nunca podrás quitarle sus superpoderes”.
¿Cuestión de valores?
Poco después la marca lanzaba una nueva línea de comunicación con el claim «Believe in something. Even if it means sacrificing nothing” con un protagonista controvertido: Colin Kaepernick. Un jugador profesional de fútbol americano estadounidense que juega en la posición de quarterbacky que a finales de 2016 se hizo célebre por haberse arrodillado durante la interpretación del Himno estadounidense en un partido oficial de la liga. Poco antes, había comenzado a desarrollar el «Campamento: Conoce tus Derechos» (KYRC) una campaña dirigida a jóvenes interesada en aumentar la conciencia sobre la educación superior, la alfabetización financiera, cómo interactuar con la aplicación de la ley, entre otros.
Apoyada por unos y criticada por una parte de la población que empezó a publicar fotos y vídeos de como quemaban sus zapatillas Nike.
¿Oportunismo?
A la campaña de Nike le surgía un imitador ya que Ashley Madison, portal de citas para personas casadas, parodió la campaña cambiando el sentido de la misma con un simple matiz al introducir el hastag: «#Life is Short»
Reacción
No fue la única campaña de comunicación vinculada o inspirada en la de NIke. La ONG estadounidense Angel Bins quiso aprovechar el tirón mediático de la campaña sugiriendo a la población una manera mucho más práctica de deshacerse de sus Nike. Lanzando una campaña gráfica muy en la línea Kaepernick, con un mensaje muy directo “Créenos, hay mucha gente que necesita zapatos. Dónalos”. Cabe señalar el juego de palabras de la versión original en inglés, pues el famoso lema de Nike “Just Do It” se convierte en “Just Donate It”.
Parece que siglos más tarde el aforismo sigue vigente. Todo fluye, nada permanece. Nike fiel a sus valores que comparte con la mayor parte de sus usuarios lanza una campaña. Aparece la marca oportunista que quiere aprovechar el ruido creado… Mientras que una ONG aprovecha, no la campaña si no parte de las reacciones generadas para darle la vuelta…. dejad de quemar zapatillas, si no las quieren hay gente que las necesita.